Los taxistas de Londres son famosos por haber superado, para obtener su licencia, una de las pruebas cognitivas y de memoria más difíciles del mundo.
Deben recordar más de 25.000 referencias espaciales; y estudios neurológicos demostraron que estos conductores desarrollaron un hipocampo más grande en su cerebro debido a este entrenamiento que puede llevar más de tres años.
Una seria competencia a este expertise llegó en las últimas semanas, con taxis autónomos de la empresa Waybe que recorren el centro de Londres como conductores expertos y con un modelo nuevo, “EMMA” (las siglas en inglés de “End to End Multimodal Model for Autonomous Driving”), que aprende a partir de siete cámaras y requiere tecnología mucho menos costosa que los sistemas anteriores de automanejo.